Quería comentarte algo, que no sé por qué pensé anoche en decírtelo. La salvación es individual y comunitaria, no por medio del compromiso, sino a través del amor. El amor es el que salva, el amor es el que nos permite escuchar a la otra persona y no juzgarla, acompañarla en sus deseos y en sus perspectivas. Dejando de lado las ansiedades personales que se proyectan sobre el otro y limitan su libertad. Hay que darse la posibilidad de obligarse menos y amar más para poder ponerse en los ojos y en la realidad del otro para poder acompañarle (Jugo Loco,Cuando los pobres nos llaman a la conversión, 2018, cap. VII)
Jugo Loco, Gustavo, nos cuenta que tras escribir esta reflexión y compartirla por primera vez en las redes, una mamá de una amiga de la Familia de la calle, se molestó.
Esta madre era una emprendedora con comercio propio y una situación económica sin necesidades. Sin embargo, a los catorce años, su hija decidió irse a la calle como consecuencia de los trastornos que la violencia familiar le habían provocado durante su infancia.
En la época en la que se desarrolla el relato, esta amiga de la Familia de la calle tenía 35 años y estaba intentando volver a vivir con su familia. Gustavo, con el fin de contenerla, la iba a visitar una vez a la semana y mantenía con ella algunas charlas en una cafetería cercana a su casa.
Lo que sucedió fue que cuando la madre leyó el texto escrito y publicado por Gustavo en las redes, le contestó reprochándole que ella respetaba la libertad de su hija y es que, las publicaciones en las redes como Facebook, al salir en el perfil de los amigos, a veces, puede parecer que estén dirigidas a vos.
Esto nos recuerda al cuento Canción de amor de Gibrán Jalil Gibrán que dice:
Cierta vez, un poeta escribió una hermosa canción de amor. E hizo muchas copias y las envió a sus amigos y conocidos, hombres y mujeres, y también a una joven a la que había visto tan sólo una vez y que vivía más allá de las montañas. Y cuando pasaron dos o tres días vino un mensajero de parte de la joven, trayendo una carta. Y la carta decía:
Déjame decirte que estoy profundamente conmovida por la canción de amor que escribiste para mí. Ven pronto y habla con mis padres para tratar los preparativos de la boda.
Y el poeta respondió, diciendo en su carta:
Amiga mía, la canción que le envié no era sino una canción de amor brotada del corazón de un poeta, cantada por todo hombre y a cualquier mujer.
Y ella le escribió a su vez, diciendo:
¡Hipócrita y mentiroso! ¡Desde hoy, hasta el día en que me entierren, odiaré a todos los poetas por su causa!
Es común que creamos que tanto muchos de los escritos y frases del libro como las publicaciones en las redes de Gustavo, estén dirigidos a vos. No obstante, hay que tener en cuenta que la vida nos pone en caminos solidarios o de cultivación del amor que no se dejan condicionar ni por la praxis social ni por nuestra propia conciencia.
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