«La visión empirista o vulgar, que concibe al pobre como un individuo, como un caso particular. Se trata de una visión vieja y superada ya en parte. Para ella los pobres son los Lázaro de la vida. Abstrae o separa al pobre de sus condiciones sociales o de las estructuras que lo sitúan y definen. Ve los árboles pero no el bosque.
Para esta concepción corta y vulgar, los pobres existen debido a dos tipos de causas:
– Causas morales : la pobreza es fruto de la ignorancia o de los prejuicios. O también es fruto del egoísmo y de la ganancia de los otros. Pero en ninguno de estos dos casos se llegan a ver las estructuras o mecanismos sociales que encarnan esas fuerzas morales.
– Causas naturales: los pobres son por que han nacido pobres. Siempre ha sido así desde «Adan y Eva», en el mundo hay pobres y ricos.
Lógicamente esta visión va a dar directamente en el asistencialismo. Es preciso dar a los pobres, y no despertarlos. Es preciso, darles escuelas, etc… En este sentido, los mesías salvadores de los pobres son naturalmente los ricos y los poderosos, ya que son los que tienen.
Recordemos aquí que la mayor parte de las iniciativas religiosas en el siglo pasado y en este siglo, animadas por el objetivo de ayudar a los pobres, nacieron de una sincera compasión por ellos. Pero se trataba de una compasión ingenua. El corazón era evangélico, pero los ojos poco críticos. Veían los casos individuales, pero no las condiciones colectivas. Solo se fijaban en las personas, pero no en las estructuras que rodeaban a las personas. »
Transcripto del libro: «Opción por los pobres» (1968) de Jorge Pixley – Clodovis Boff.
Desde nuestra visión, estamos trabajando en una herramienta y medio capaz de concientizar a la población en una problemática sistémica y solidaria, basada en la justicia social y el empoderamiento de las familias de calle.
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