Cuando el marginado y sin trabajo se convierten en «fantasmas» para el capitalismo: un análisis de Enrique Dussel

Marginados desempleados y capital

El fragmento del seminario que compartimos aquí está enmarcado en la teoría marxista del plus valor y se centra en la siguiente tesis: la transición a un nuevo sistema económico. Dussel plantea su tesis a partir de la teoría marxista donde nos habla del capital y su interés enfocado en las ganancias antes que en el valor humano. A partir de esta premisa, vamos a destacar fragmentos importantes de la charla que nos llaman a la reflexión y a repensar el lugar del otro -y, por supuesto, el propio- en una sociedad económica y socialmente capitalista:

«En la página trescientos veinte, abajo, en la primer cita -que está escrita con letra más pequeña- voy a leerles el texto y ustedes lo repasan. Dice: “La economía política no conoce al trabajador desempleado, al hombre de trabajo, en la medida que se encuentra fuera de esta relación de trabajo”¹; significa, si yo no soy trabajador, al capitalista no le interesa que me muera, total, no soy trabajador. Si yo soy un marginal que no tengo trabajo, al capitalista, a los grandes capitalistas, estos ocho, diez, de los que habla siempre Andrés Manuel López obrador, que se apropiaron de las empresas del estado -se las regaló Carlos Salinas- y ahora son millonarios y explotan a los obreros como animales, si se quedaron unos mineros porque explotó la mina, no van a gastar dinero en sacarlos, que se queden sus cadáveres en el fondo porque es muy caro sacar sus cadáveres. Es una cuestión de negocios, esa brutalidad demoníaca de esta gente, que el dinero de la mina lo recibió del pueblo, porque eran empresas del estado, y las empresas del estado son del pueblo mexicano, y Carlos Salinas se las dio a un grupo de gente que son los grandes millonarios mexicanos, que pagan salarios mínimos y son durísimos para mejorar sus negocios -que los han recibidos gratis-.

La economía política no conoce al trabajador desempleado, al hombre de trabajo, en la medida en que se encuentra fuera de la relación de trabajo. Si un marginal que no es de ninguna empresa capitalista y vende cosas en la calle, para el capital es lo mismo si vive o muere, total, está fuera de la relación de trabajo. Son fantasmas, dice Marx, esos millones de mexicanos que no son empleados del capital, que no tienen seguro, que venden en las calles, son fantasmas, gespenster, que quedan fuera del reino del capital. Es la existencia abstracta del ser humano, como puro hombre de trabajo, pero que como no trabaja para el capital, pues nada, si nace o muere al capital no le interesa porque no puede explotar y sacar plus valor. Entonces están fuera, son fantasmas. Es la existencia abstracta del ser humano, como puro hombre de trabajo, que por eso puede diariamente precipitarse de su plena nada -nada porque es nada si no logra vender al capital su trabajo- en la nada absoluta de su no entidad social que es su real inexistencia. Esa gente es nada, y justamente desde la nada es que se crea el plus valor.

Marx habla de la nada y de la creación, entonces él usa una terminología muy común. Y miren en lo que yo escribo, en el texto, para que ustedes después lo lean despacito, porque yo he ido a velocidad. Esto yo diría, se pueden reunir ustedes los sábados a la tarde, un grupito de amigos, o de vecinos, diez, y se ponen a leer. Le encargan a uno la exposición de las diez páginas, y uno expone, y los otros discuten, y otro día otro expone y todos discuten. Y después de un tiempo, un año, se han leído las dieciséis tesis en grupo a fondo. ¿Por qué? Porque van a tener claridad política, porque se van a dar cuenta de lo que está pasando a fondo.

Yo digo, texto ciertamente difícil, pero que expresa que situarse en la exterioridad de la totalidad -la totalidad es el capital- es como una nada, un no ser. Y Marx habla del nicht zu sein, el no ser. Un excluido, alguien cuya desaparición o muerte nada importa para el capital porque no se encuentra en una relación de trabajo con el capital. Quien diría que Marx tiene un concepto de la nada, seres humanos reducidos a nada. “Mueren, total, yo no pierdo nada”. Los obreros se quedaron en la mina a cientos de metros de profundidad, los familiares dijeron “entréguenos, señor capitalista y dueño de la mina, por lo menos el cadáver de nuestros esposos, de nuestros padres de esa…”, “No, como voy a hacer yo el gasto de recuperarlos, que se queden en el fondo”. Eso es el corazón de piedra de esa gente que le interesa el dinero y no las personas. Esa es la ética.

La situación actual del capital debe ser ahora, entonces, transformada. Tenemos que pensar en un mundo distinto al capitalista; cuidado, si se toman las medidas gracias a la lucha del pueblo para trascender la modernidad y el capitalismo, porque es posible que no logremos trascender eso, y como expliqué la clase pasada, desaparezca el homo sapiens, desaparezca la humanidad, porque la vida va a desaparecer, porque estamos ante la vida y la muerte. Entones, no es cualquier cosa. Si logramos tomar las medidas para salir, hay que pensar justamente qué viene. Y Marx, sobre lo que venía dijo pocas palabras, pocas líneas, no pudo hablar de lo que venía. Era socialismo, pero el socialismo todavía sin contenido. Puedo decir que era el comunismo ruso, nada que ver. Marx ni lo imaginó.

Eso empezó en 1921 cuando Lenin dijo “Todo el poder a los soviets” -los soviets eran las asambleas de los obreros en las empresas, en las fábricas-, y la gente empezó a discutir, todo el pueblo ruso: “Vamos a hacer las empresas, ¿Cómo las vamos a hacer?”, “Vamos a hacer el estado, ¿Cómo lo vamos a hacer?”, “Vamos a hacer el ejército, ¿Cómo lo vamos a hacer?”. 1918, 1919, 1920, 1921, cuatro años de discusión y no había ninguna claridad, era pura discusión. Y el ejército alemán venía a ocupar Rusia. Y entones Lenin dijo ”Compañeros, cuidado, aquí interrumpimos la discusión” y propuso el NEP -Nueva Política Económica, 1921- y ahí empezó el socialismo real, que Marx nunca había pensado».

¹Dussel, Enrique (2013). 16 tesis de Economía política. Tesis 16.6: Expulsión y creación de la nada.

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