¡Se volvió loco!

Se volvió loco, Jeus, Pedro Valdo y vos

¡Tus amigos y familia se lo dijeron!

Así como la madre de Jesús y sus hijos, según narran los relatos, lo van a buscar diciendo: “Se ha vuelto loco” en el relato de Marcos 3, 20-21; a Pedro  Valdo,  comerciante inescrupuloso arrepentido del siglo XII y propulsor del movimiento de Los Pobres de Lyon quien una vez asegurada su familia, destinó gran parte de su fortuna a los pobres y tradujo parte de las escrituras al lenguaje del pueblo, también lo trataron de loco. Cuentan las Crónicas de Laón que parte de los pregones de Valdo relataban:

«Nadie puede servir a dos señores, Dios y Mamón? [Mat. 6:24]. Entonces los ciudadanos vinieron corriendo y pensaron que había perdido el sentido; y subiendo a un lugar más elevado, dijo: “ ¡Oh ciudadanos y amigos míos! No estoy loco, como piensan, sino que me he vengado de mis enemigos que me hicieron su esclavo, de modo que siempre estuve más preocupado por el dinero que por Dios, y serví a la criatura más que al Creador. Esto lo hice en parte, para que aprendan a poner la esperanza en Dios y no en las riquezas.” Fuente: Darío Barolín, “Pobres de espíritu. Dinero y misión en la conversión de Valdo”. Parte de los documentos que conmemoran los 850 años del Movimiento Valdense.

Hoy, te lo dicen a vos

Muchos en lo personal reconocemos estas historias en la propia. Cuando nos hemos acercado a amigos y amigas en situación de desventaja o marginación, para hacer comunidad, hacer familia ensamblada. –¡Estás  loco!– nos han dicho. No desde un sentido jocoso o de jolgorio, sino como un llamado a volver a la cordura, a indicarte que estás actuando de una manera fuera de lo normado, de lo correcto. Dando a entender que perdiste toda capacidad de llevar una vida integra. Porque esa nueva relación es tomada, por los que se sienten: vivir en cierta normalidad y aceptación, como un acto de demencia.  Uno está fuera de dicha normalidad, del status quo de los amigos pudientes o quienes creen llevar una vida ordenada, pulcra y productiva. Una vida destinada a los productos, y no al producido de un amor sensible.

El reclamo no se trata de una alusión poética a la locura, sino de un reclamo de estar fuera de sí. Un “si mismo” que tiene que seguir ligado a los intereses de una pertenencia exclusiva. No una pertenencia que a veces determinados grupos, familias o movimientos se ven obligados a adoptar ante la injusticia y opresión de los demás. Más bien, todo lo contrario, la pertenencia que aísla para sentirse única, perteneciente a una superioridad o individualidad sacralizada, que idolatra la desigualdad por medio de sus ídolos que les dominan, sea el estatus del poseer, del dinero, de lo exclusivo que da un valor sobre los demás, que requiere aislarse para mantener su apariencia inmaculada. La tal llamada locura: es cordura. Es búsqueda de amor verdadero, justicia social y por ende la regeneración de un mundo posible, más justo, donde todos los sectores tengan voz. Un mundo donde quepan todos los mundos, cada uno con su voz e igualdad de opciones.

El tiempo, y la historia, transforma a los declaradores de falta de cordura, como transformó a la familia de Jesús.

Si eres un buen vecino, sal y ve al encuentro de tus vecinos que no tienen hogar.


Fuentes:

Darío Barolín, “Pobres de espíritu. Dinero y misión en la conversión de Valdo”. Parte de los documentos que conmemoran los 850 años del Movimiento Valdense.

Rubén Dri, “Jesús y María, una relación conflictiva”

Acerca de Gustavo Reimondo 21 Articles
Coordinador de la editorial Tecnología Humanizada. Coordinador del proyecto Realidad Empoderada. Miembro del grupo: "La familia de la calle", organización conformada por personas indigentes y no indigentes en una relación igualitaria. Coordinador de proyectos de Infraestructura Física de Telecomunicaciones. Experto en Robótica, Instrumentación & Control, IoT, Sensórica y sistemas microcontrolados.

1 Comentario

  1. Acabo de enterarme del proyecto de Gustavo y realmente quedé gratamente sorprendido del golpe de humanidad que recibí.
    Buscaba trabajos virtuales y me tope con las propuestas de voluntariado que ofrecen.
    Me encantaría colaborar de alguna manera, no sé si estoy a la altura para postularme para asistente virtual pero me ofrezco para lo que sea útil a tan noble proyecto.

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